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Capítulo 215
La enfermedad de mi madre era grave. Cuando llegué al hospital al día siguiente, el doctor me dijo que si mi madre despertaba del coma, sería el mejor resultado posible.
Los siguientes dias, casi todo mi tiempo lo pasé yendo y viniendo entre la empresa y el hospital. Era la primera vez que sentia profundamente la dureza de la vida.
“¿En serio el Dr. Bastida va a renunciar?”
“¿Por qué renunciaria? ¡Es una lástima!”
“No estoy seguro, solo escuché que ya presentó su renuncia.”
Así estaban las enfermeras chismeando mientras yo iba hacia la habitación de mi madre
Sin pensarlo, reduje la velocidad. En aquellos días habia sido raro ver a Alberto. Había ido a ver a mi madre un par de veces, pero siempre en el horario de trabajo.
Actualmente queria renunciar?
Cuando llegué a la habitación, llamé a Alberto de inmediato.
“Alberto, ¿vas a renunciar?” Pregunté con cierta incredulidad después de que contestó mi llamada.
“Si, estoy en el proceso de renunciar. Después de esto, trabajaré en la empresa de mi familia.” Respondió Alberto suavemente “No te preocupes, estoy bien.”
Con cierta impotencia, me toqué la frente, porque sabía que en su vida pasada, Alberto también habia renunciado a su carrera médica por amor, eligiendo regresar a su casa para tomar las riendas de la empresa familiar.
Mientras hablabamos, Alberto apareció en la puerta de la habitación. Supuse que ya no tenía que trabajar ese día. Llevaba un suéter delgado de color beige, se veía muy cálido.
“¿Cómo es que estás aquí?” Colgué el teléfono rápidamente.
“He venido a verte. Lo siento por no haber estado para ti en estos dias.” Alberto se acercó y me acarició la cabeza suavemente: “Te ves débil. ¿Estas cansada?”
Si, estaba muy cansada. Mi padre no podia involucrarse en los asuntos de la empresa antes de su jubilación, por lo que yo tenia que asumir más responsabilidades. Y no estaba familiarizada con todo lo que concernía a la empresa. Solo el trato con los altos ejecutivos me cansaba
Por no dormir lo suficiente y comer mal durante el día, todo el peso que había logrado ganar desapareció en un instante.
Hice un esfuerzo por sonreír: “Estoy tratando de familiarizarme con las operaciones de la empresa lo más rápido posible. Ahora que mi madre está asi, tengo que aprender a asumir la responsabilidad.”
La mirada de Alberto estaba llena de preocupación. Eso hizo que mi corazón temblara.
Cuanto más cansada estaba, más deseaba que alguien se preocupara por mi. Me esforzaba por mostrarme fuerte, no queria que los altos ejecutivos y accionistas vieran mi fragilidad interna, pero estaba realmente agotada.
No pude evitar acurrucarme en sus brazos, esperando encontrar al menos un poco de consuelo en su cálido abrazo
Alberto acariciaba lentamente mi cabello. Cerré los ojos e intenté relajarme.
De repente, hubo un golpe en la puerta. me separe de Alberto y ambos miramos hacia alli
Valentino estaba ahi, frío como el hielo. Detras de él, estaba Ernesto que se veia incómodo.
Sentia que el cuerpo de Alberto se tensaba de repente El y Valentino estaban llenos de hostilidad.
“Los interrumpo Dijo Valentino con indiferencia. Su mirada finalmente se posó en mi, sus ojos estaban llenos de frialdad.
“¿Qué pasa?” Preguntó Alberto, su tono era frio.
Valentino no respondió, solo miró a Ernesto. Ernesto inmediatamente se acercó a mi y dijo: “Srta. Rosas, sobre el tema de la colaboración entre nuestras dos empresas, ¿podemos hablar de ello ahora?”
Miré a Ernesto sorprendida. Habia estado preocupada por aquel asunto durante ese tiempo, incluso habia pensado en buscar ayuda de mi tio, pero recordé las palabras de mi madre y me contuve.
“Iré a hablar con él.” Le dije a Alberto.
“Iré contigo.” Alberto se veía preocupado. Tomo mi mano y la apretó un poco.
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Capitulo 215
Asenti, pero Valentino volvió a hablar: “Entonces no hablaremos.”
Después de decir eso, se dio la vuelta y se fue. Ernesto, al oir a Valentino hablar asi, también se dio la vuelta y se marchó
Viendo que aquella oportunidad estaba a punto de desaparecer, me puse un poco ansiosa, por lo que me solté de la mano de Alberto y dije: “¡Espera! ¡Tengo que hablar con él!”
No tuve tiempo para ver la reacción de Alberto, inmediatamente sali detrás de ellos.
Alcance a Valentino y a Ernesto en la entrada del ascensor. Un poco sin aliento, les dije: “Ernesto, hablemos ahora.”
Ernesto obviamente estaba siguiendo las pistas de Valentino. Miró a Valentino, esperando que él hablara.
Cogi la indirecta y le pregunté a Valentino: Podria hablar con él?
Valentino era más alto que yo Me miró desde arriba, su mirada no revelaba ninguna emoción.
“¿No puedo?” Pregunté un poco ansiosa.
“¿Puedo estar presente?” Me preguntó Valentino a cambio.
No podia permitirme el lujo de poner en riesgo la empresa, por mucho que lo odiara.
Respondi: “Está bien“.
Luego segui a Valentino hasta una cafeteria afuera del hospital.
Ernesto sugirió que podía seguir colaborando con nuestra empresa, pero necesitaríamos aumentar un poco el precio. Dicho precio estaba dentro de nuestro rango.
Valentino se sentó a un lado, bebiendo café, casi sin hablar, pero Ernesto lo miraba de vez en cuando, como si buscara su
opinión.
“Está bien. Seguiremos trabajando juntos al precio acordado hoy.” Dije, finalmente aliviada y mostrando una sonrisa más sincera.
“Perfecto. Espero con ansias nuestra futura colaboración.” Dijo Ernesto sonriendo mientras me estrechaba la mano, luego se levantó y le dijo a Valentino: “Sr. Soler, me adelanto.”
Valentino se encogió de hombros casualmente: “Está bien“.
En el mundo de los negocios, la familia Soler tenía más influencia que la nuestra, eso tenía que admitirlo.
Después de que Ernesto se fuera, solo quedábamos Valentino y yo. No sabia si debia irme o quedarme.
Valentino me miró, una sonrisa burlona se asomó en su rostro. Tomó un sorbo de café y luego se levantó diciendo: “Ya que lo que te preocupaba se ha resuelto, ¿qué haces aqui todavía?”
“Gracias” Dije brevemente.
“Te dije que esto es una compensación por lo que le hice a tu familia.” Dijo Valentino frunciendo ligeramente el ceño: “No era mi intención causar daños.”
Sonrei resignada: “Valentino, somos como el perro y el gato.”
Valentino no respondió a mi comentario. En lugar de eso, explicó: “Lo de Biologia Amapola CO., fue algo que Chloe hizo a mis espaldas. Ya la adverti, pero aun asi, ten cuidado, porque Gloria también está involucrada.”
Gloria era la verdadera manipuladora en todo eso. Chloe podría seguir las órdenes de Valentino, pero ella no
“Entendido. Tengo que volver a la habitación.” Le dije a Valentino con calma. Ya se estaba haciende tarde, por lo que tome mi bolsa para marcharme.
Nosotros dos salimos de la cafetería, uno tras otro. Valentino no se subió al auto de inmediato, sino que esperó a que yo me subiera primero
Ya era principios de otoño. El viento llevaba un toque de frescura. Abri un poco la ventanilla del auto y en el espejo retrovisor vi su figura alejándose.
