Capítulo 95
Sandra funció el ceño y dijo: “No he armado lios! ¿Es que piensan que todo el día me la paso haciéndolas
travesuras?
Petra se no sarcasticamente y dijo: “¿No es cierto? ¿No es que antes siempre andabas causando problemas?”
“Yo… eso fue antes. Ahora ya no… sólo no quiero mudarme, pero haré que alguien se vaya del dormitorio para
dejar sitio a tu amiga”
“¿Como que te niegas a mudarte? ¡Habias dicho que te ibas y asi evitariamos compartir el dormitorio!”
“Es que ya me acostumbré a esta cama, si cambio de cuarto, tal vez tardaré un tiempo en adaptarme.”
Petra frunció el ceño y miró a Isadora para preguntarla cómo iban a manejar esto.
Isadora se rio y dijo: “Ya que a la Srta. Jerez la gusta tanto esa cama, sigue usándola… pero recuerda que esa me pertenecia a mi primero y yo fui quien te la dejó.”
Sandra dijo: “Lo sé, gracias.”
“¿Como esta tu nariz?” Isadora preguntó de repente.
Sandra se asusto, retrocedió un par de pasos y se cubrió la nariz diciendo: “¿Qué quieres hacer?”
Isadora respondió: “Tranquila, sólo te preguntaba, al fin y al cabo fui yo quien te lastimó antes.”
Sandra abrió los ojos sorprendida y dijo: “¡Aún lo mencionas! Tuve que hacer otra corrección, sin cirugía, pero aun así fue doloroso.”
“Asi que Srta. Jerez, será mejor que no busques problemas con nosotras. De todos modos, la verdad es que no soy muy habilidosa, excepto para pelear.”
L
“He entendido. No te molestaré más.”
“Y las que están contigo… por favor diles que dejen de causar problemas también.”
Sandra dijo impaciente: “Si no te gustan, las puedo hacer que se muden,”
Isadora levanto las cejas y dijo: Srta. Jerez, tienes tanto poder? ¿Puedes hacer que todas ellas dejen la habitación?”
“Claro que si, mi palabra es la ley aqui”, dijo Sandra con orgullo.
“Impresionante! ¡Te admiro!”
“Hmph, no tengo miedo a ustedes… es sólo que estoy perdiendo mi dignidad si sigo discutiendo con ustedes.”
“De acuerdo, Srta. Jerez, eres generosa, no nos hagas caso… ¡Eres muy valiente!”
Sandra se apresuró a explicar: “No es que ustedes sean tacañas… de todas formas, no las molestaré más.”
En realidad, Sandra queria ser amiga de las otras chicas.
Desde que regresó de la comisaria ese día, sus padres la reprendieron y luego fue a investigar sobre el Sr.
Saulo
Definitivamente, era alguien intocable para su familia.
Además, jera un hombre muy guapo!
¡Justo el tipo que la gustaba!
Al ver esa actitud altiva de Sandra, Isadora pensó que ella era realmente adorable.
No todas las jóvenes de familias adineradas eran como Lupina y Jasmina.
Al menos cuando enfrentaban a rivales que no podian molestar, como ellas, podría dejar de lado el orgullo e
incluso tratar de ser amable.
Sin embargo, no estaba dispuesta a poner en juego su reputación, lo que la hacia parecer orgullosa pero dulce al mismo tiempo.
Viendo esto, Isadora sonrió y la dijo: “Está bien, entonces este dormitorio será nuestro, las tres juntas. ¡Vivamos en paz! Siempre y cuando nos respetes y no nos provoques, podremos llevarnos bien.”
Pero en el corazón de Sandra no tenía intenciones de mantener la distancia!
¡Ella quería ser amiga de Isadora!
Luego, Isadora podria presentarla al joven de la familia Pinales.
¡Esa era su verdadera intención!