Capítulo 82
“Bueno, tratamos de enseñarte cómo ser una buena persona pero no lo agradeces. No importa… ya que te disculpaste con sinceridad, si no tienes problemas con Petra, nosotros tampoco nos meteremos contigo.”
“Entonces, sobre las cosas que rompiste, no nos hagas pagar a mi y a Petra”.
“Já, como si me preocupara por esas cosas, tengo un montón de eso en mi casa!” Sandra levantó la cabeza con orgullo.
Por alguna razón, Isadora pensó que era lindo cómo la niña levantaba la nariz y la cabeza.
No pudo evitar reir y dijo: “Bien, bien, todos somos pobres, ¡solo tú eres rica! Petra, vámonos, no nos quedemos aqui molestando a la señorita”.
Ya que todo se resolvió entre las familias, no hubo necesidad de que la policía interviniera.
Sandra se sintió ofendida y se fue llorando, acompañada por su madre, en un auto lujoso.
Isadora agradeció a Saulo y le dijo que lo invitaria a cenar en agradecimiento; él aceptó con una sonrisa.
Al lado, los padres de Petra decían en voz alta: “Te dijimos que Isadora no es buena gente, además, trabaja en un club. No pienses que porque encontró a alguien para ayudarte significa que es buena persona.
¡Ella te va a arruinar tarde o temprano!”
“¡Apúrate y ven con nosotros! ¡No vayas a salir con ella!”
“Mamá, ya dije que Isadora no es así. ¡Trabajar en un club no significa que no sea un trabajo honesto!”
“Petra, no hay gente decente trabajando en un club! ¡Ya no escuchas a tus padres! ¡Ya te dijimos que no te juntaras con ella!”
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“Petra, escucha, Isadora no fue a la universidad y consiguió ese trabajo en el club, ustedes no tienen un futuro juntas… no debiste haber ofendido a Srta. Jerez, deberías tratar de estar cerca de personas como ella para que tengas un buen futuro”.
“Mamá, si siguen hablando así de Isadora, ¡me enojaré! Ella no pudo ir a la universidad porque su madre estaba enferma y no podía seguir estudiando”.
Después de eso, los padres de Petra la abofetearon en la frente.
“¡Esa también es su propia degradación! ¿Todavia te atreves a contradecir a tu madre? ¿Quieres seguir metida con ella hasta que te arruine?”
Al escuchar esto, Isadora se mordió los labios y no dijo nada.
Saulo no pudo evitar tener un mal presentimiento…
Como se esperaba, al momento siguiente hubo un fuerte sonido de una puerta de auto cerrándose.
Tiberio, con una expresión oscura en su rostro, caminó rápidamente hacia los padres de Petra.
Al verlo, Isadora no pudo evitar sorprenderse y su boca se abrió en forma de “0”.
Al recuperarse, rápidamente le preguntó a Saulo: “Saulo! ¿Por qué Tio también está aquí?”
Saulo respondió con una sonrisa amarga: “Cuando me llamaste, estaba en su oficina tomando té”.
¡Dios mio!
Como el problema ya estaba resuelto, ¿por qué tenia que aparecer?
Isadora no pudo evitar cubrirse la cara.
Tiberio lanzó una mirada fria en su dirección.
“¿Ustedes dos piensan que las personas que trabajan en un club no son buenas personas?”
Los padres de Petra se sobresaltaron con la aparición repentina de este hombre con aire aristocrático.
Con nerviosismo, dijeron: “¿No es cierto?, una chica guapa trabajando en un lugar como ese… ¿qué podría aprender de bueno alli?”
“Entonces le pregunto, si ahora pierden sus empleos y no tienen recursos económicos, y necesitan pagar la matricula escolar de sus hijos, ¿están dispuestos a trabajar como limpiadores o camareros en un club?”
*¿Cómo podríamos perder el trabajo?”
“Tengo la capacidad de hacer que pierdan sus empleos ahora mismo, en este instante.”