Capítulo 71
Saulo hizo un gesto de disgusto y dijo: “¿Por qué tenías que desenmascararme delante de tu prometida, no me podias dejar un poco de dignidad?”
“Venga ya, es muy tarde, hablemos de esto mañana.”
“¿Quieres que los acompañe?” -Saulo
“Lárgate.” -Tiberio
“Jajajaja… amigo, mañana iré a visitarte a la oficina y tomamos un té.”-Saulo
“Está bien.” -Tiberio
Tiberio se fue con Isadora.
Saulo gritó detrás de ellos: “¡Señora Tiberio, nos vemos en la próxima!”
Isadora casi se tropieza al escuchar “Señora Tiberio”. Se volvió y le lanzó una mirada a Saulo, después le hizo una cara graciosa y se fue con Tiberio.
De vuelta a casa, Isadora se sentó en el lujoso carro de Tiberio, hablando con voz dulce: “Tio, esta noche me senti muy celosa de Jasmina.”
Tiberio respondió con disgusto: “¿Celosa de que casi la ahorcara o de que esté a punto de ser enviada a un psiquiátrico?”
“No estoy celosa de eso, sino de que ella tiene un buen padre y un buen hermano…”
“¿En serio?”
En el camino aqui, Saulo habló un poco conmigo… Probablemente sabía que su hermana no lo pasaría bien hoy, asi que me contó cosas de cuando eran niños.”
“¿Y?”
“Me puse muy celosa de Jasmina, su padre todavía la quiere mucho a pesar de todas las cosas molestas que ha hecho… Si yo tuviera un padre asi, seria genial.”
La pequeña no tenia padre, la familia Guzmán, ese hombre, no era mucho mejor que nada para ella, asi quel ese pensamiento era normal.
De repente, la niña dijo algo sorprendente: “¿Y si no te casas conmigo, Tio, y en lugar de eso te conviertes en mi padre adoptivo? No quiero ser tu esposa, quiero ser tu hija…”
Tiberio soltó una risita ante tal ocurrencia…
¿Qué tan viejo se suponía que era, para tener una hija tan grande?
“¡Cállate! ¿De qué estás hablando?”
“Tio, en serio… Cuando me protegiste incondicionalmente y confiaste en mi, pensé, si tuviera un padre amoroso, serias algo parecido…”
Al final, Tiberio no pudo decir ninguna palabra más dura y, en vez de eso, extendió la mano y acarició el pelo desordenado de la niña: “Mientras te comportes, seguiré protegiéndote.”
Isadora sonrió y dijo en tono burlón: “Tio, ¿estás seguro de que no quieres adoptarme como hija?”
Tiberio respondió: “ilsadora, te aconsejo que te contengas!”
Isadora pensó que si seguia bromeando con Tiberio, él se cansaría y dejaría de cuidarla.
Sólo sentía que habia muchos beneficios en hacer feliz a Tiberio.
Isadora de inmediato comenzó a halagarle: “Tio, ¿sabes? ¡Te veias tan guapo protegiéndome en el bar!
¡Y cuando agarraste a Jasmina por el cuello, madre mia! Tio, me has cautivado!
¡Acabo de darme cuenta de que tienes la cara de un protagonista de cómic! Eres tan guapo!”
Tiberio escuchó a la niña alabarle sin límites y su boca se curvó ligeramente, pero dijo con indiferencia: “Qué ruidoso!
“Jeje, todo lo que digo viene del fondo de mi corazón.”
Tiberio miró en silencio la sonrisa en el rostro de la niña y notó la herida en la comisura de su boca. Frunció el ceño y preguntó: “¿Te duele?”