Capítulo 58
Dos guardaespaldas vestidos de negro atacaron a Isadora sin pensarlo.
Isadora podia manejar a un par de ellos sin problemas.
Sin miedo, recogió unos pedazos de vidrio del suelo y empezó a luchar contra los guardaespaldas.
Jasmina no podía creer que Isadora supiera pelear, asi que se quedó un poco atónita.
No fue hasta cuando Isadora le lanzó un pedazo de vidrio y rozó su cara que Jasmina reaccionó.
Se escuchó un grito en la habitación y Jasmina, furiosa, gritó: “Entren todos! ¡Que ella muera! ¡Esta perra!”
El dolor en su cara la abrumó y al tocar su mejilla se dio cuenta que estaba sangrando… un corte largo en su cara hecho por el vidrio.
Los guardaespaldas afuera de la habitación entraron de repente y comenzaron a atacar a Isadora,
Isadora podia lidiar con unos pocos, pero con tantos, empezaba a verse superada y sentía un poco de angustia.
Echó un vistazo al baño de la habitación y se le ocurrió una idea.
Saltó al sofá y luego a la mesa de centro, pateando en la frente a uno de los guardaespaldas que tenia a Ciro retenido.
Ciro pudo liberar una mano y golpeó en la cara al otro guardaespaldas, logrando soltarse.
Juntos, él e Isadora corrieron hacia el baño de la habitación.
Con un golpe seco, todos quedaron afuera del baño.
Isadora y Ciro escaparon del peligro por el momento.
“Ciro, jencuentra a alguien para que nos ayude! Jasmina no nos dejará ir”.
Ciro sonrió amargamente: “Nadie se atreverá a ayudarme…”
“¿Ni uno solo?”
“Todos se acercan a mi porque soy el joven Pinales… ¿cómo se atreverían a enfrentarse a la Señorita Pinales por mi causa?”
Bueno.
Realmente estaba sola y sin ayuda.
Isadora no queria volver a pedirle a Tiberio que la ayudara en momentos de problemas, porque temia qu pensara que ella no era útil si lo hacia muchas veces.
Ya habia pedido su ayuda dos veces seguidas…
Al principio, él era quien le debía y estaba en una posición débil frente a ella.
Pero ahora, él ya le habia pagado lo que le debía, y al contrario ella le debia cada vez más.
Frente a él, se estaba volviendo cada vez más débil y molesta.
Pero en este momento, Isadora no tenia ninguna otra opción.
Desesperada por salvar su vida, su reputación y su dignidad, Isadora sacó su teléfono celular del bolsillo y
llamó a Tiberio.
Mientras tanto, le dijo a Ciro: “Asegúrate de mantener la puerta cerrada! No dejes que la rompan. ¡Tienes que aguantar hasta que llegue la ayuda!”
Ciro estaba un poco asustado, pero respondió rápidamente: “¡De acuerdo!”
El teléfono sono varias veces antes de que alguien lo respondiera.
Apenas Tiberio contestó, Isadora dijo de inmediato: “¡Tio, por favor, ayuda!”
Tiberio frunció el ceño y preguntó: “¿Te has metido en problemas de nuevo?”
“¡Te lo juro, esta vez no fui yo quien buscaba problemas! Jasmina y sus amigos vinieron a mi trabajo, me rodearon, ¡y eran muchos! Dijeron que iban a dañar mi rostro y que me iban a obligar a pasarlo con otros hombres, para que yo sea una basura y no te vuelva a agradar más”.
La expresión de Tiberio cambió de inmediato.
La infame Jasmina seguía buscando problemas a pesar de que su foto se habia difundido por todas partes.
“¡Dame la dirección!”
¡Club Loto Nocturno!”
Tiberio nunca habia oido hablar de ese lugar.
