Capítulo 54
Isadora estaba ocupada ese rato. Había salones privados en el bar, mientras que afuera era un lugar público para socializar y habia mucha gente.
Las fiestas eran muy animadas todas las noches.
Por lo general, ella no iba afuera porque era demasiado ruidoso, pero ese dia tuvo que salir a lidiar con algunos problemas.
Dos borrachos estaban coqueteando a una mujer hermosa, pero resultó que la mujer era la novia de un jefe de la localidad. Cuando la novia del jefe fue acosada, él se enojó, trajo a docenas de sus hombres y casi causó un gran alboroto.
El dueño del bar se enteró y pidió a Isadora que se hiciera cargo.
Isadora llevó a algunas personas para calmar la situación, pero habia demasiadas personas y no podian controlarla.
Asi que decidió llamar a la policía y denunciar de forma anonima.
Pronto, la policia llegó y se llevó a los alborotadores, y las cosas se calmaron.
Cuando supieron cómo manejó la situación, algunos de sus subordinados le dieron el pulgar hacia arriba.
“Jefa, solo usted se atreve a hacer algo asi. En otros lugares, si un empleado llama a la policia, el dueño no los perdonaria”.
Isadora levantó una ceja y dijo: “Este es un lugar de entretenimiento legitimo, no estamos haciendo nada ilegal”.
“Si, sí, pero hay que reconocer que nadie tiene su audacia, jefa”.
L
“¡Vamos, dejen de adularme, limpien todo aqui!”
Después de dar las instrucciones, Isadora fue hacia el área de las salas privadas.
Le tomó un buen rato a Luna encontrarla y le dijo apresuradamente: “Señorita, el joven Pinales quiere verte”.
Isadora se negó directamente, “Dile que estoy trabajando y que no tengo tiempo”.
“Pero el joven Pinales ha bebido mucho… ¿Qué pasa si se emborracha y causa problemas?”
Isadora frunció el ceño y dijo: “Que haga lo que quiera”.
“Srta. Sanz… ¿Por qué no vas a echar un vistazo por mi? El joven Pinales se ve diferente esta noche, parece muy triste”.
Isadora miró a Luna y sonrió un poco: “Oh, ¿desde cuándo eres tan compasiva?”
“Isadora! ¡No me difames! No tengo otras intenciones hacia el joven Pinales, solo me preocupa que cause problemas”.
“Bueno, no tienes que preocuparte si no tienes intenciones, la familia Pinales compensará cualquier problema que cause, ¿de qué te preocupas?”
Al verse descubierta, Luna se enojo y dijo: “Isadora! ¡No malinterpretes mi buena intención!
¡No creas que eres especial solo porque el joven Pinales te mira mucho!
¡Después de todo, solo eres la jela de seguridad, ¿qué tiene eso de especial?”
Isadora levantó una ceja: “No soy especial, pero te lo digo por amistad entre colegas: no te hagas ilusiones, Ciro no es alguien con quien puedas meterte”.
Luna frunció el ceño: “¿Y tú si puedes?”
“No tengo planes de meterme con él, por eso me niego a verlo ahora. Luna, aún eres joven, todavia tienes mucho camino por delante, no te sientas frustrada, Ciro no es la persona adecuada para ti”.
Luna se rio friamente: “¿Crees que no sé qué eres menor de 20 años? Eres menor que yo, así que no me enseñes en ese tono matemal. No lo necesito”.
“Está bien, ya que te preocupas tanto por tu Ciro, cuidalo tú misma”. Isadora no queria seguir lidiando con
esto.
En serio, solo queria aconsejarla como colega, pero en cambio, recibia hostilidad de ella. ¡No vale la penal seguir insistiendo!
Después de decir esto, Isadora se dio la vuelta y se fue a ocuparse de sus cosas.
Luna, enfadada, apretó los pies en el suelo y volvió con los ojos llorosos al cuarto privado donde estaba Ciro.
Al ver que era Luna y no Isadora, Ciro frunció el ceño y pregunto: “¿Dónde está ella?”
Con el ceño fruncido, Luna dijo: “No quiere venir… además dijo que me estoy metiendo en cosas que no me incumben”.