Capítulo 132
Temprano en la mañana, el humor normalmente tranquilo de Tiberio cambio un poco, debido a la muchacha que no paraba de hablar.
Tiberio preguntó inconscientemente: “¿Se lo diste?”.
“Si, lo hice! Luego Saulo me llamó y dijo que me devolvería el favor”.
Tiberio también encontró eso gracioso, levantó las cejas y no siguió preguntando.
Isadora no paraba de hablar, contando todas las cosas interesantes que le sucedían en la escuela.
Comieron el desayuno mientras no paraban de reir y hablar.
Después de comer, Tiberio se dio cuenta de que había comido un poco más de lo normal…
“Tio, jestoy lleno!”.
“Dile al conductor que te lleve al hospital”.
“¿Y tú, Tio?”
“Yo voy a la oficina”.
“¿Pero acaso trabajas todos los dias? ¿No descansa ni siquiera los fines de semana?”.
“¿Hay alguna diferencia entre descansar en casa y descansar en la oficina?
“¿En serio no hay diferencia?”.
“Para mí, no hay ninguna”. Dijo Tiberio levantándose, “Bueno me voy”.
Viendo a Tiberio irse, Isadora sintió que ese hombre parecia un poco solitario.
Siempre le pareció que Tiberio estaba solo: en casa, en la oficina, desayunando y almorzando solo en casa, solo tenia la compañía de un perro y una empleada.
Era bastante triste.
El chofer que Tiberio había asignado llevó a Isadora al hospital. Cuando llego a la habitación, su madre la miró inquisitivamente.
Isadora sacó la lengua nerviosamente: “Mamá, puedo explicarlo”.
“¿Cómo te atreves a no contestar mis llamadas?”.
*Perdón, mama…
“Pasaste la noche en casa de Tibu?”.
“Si… Tio dijo que de ahora en adelante pasaré los fines de semana en su casa y que me asignaría profesores de etiqueta.
Los ojos de Melisa se iluminaron: “¿Qué aprenderás?”.
“Etiqueta, modales, buen gusto, los sábados y domingos a media jornada, el resto del tiempo es libre”.
Melisa se alegro: “Tibu quiere que aprendas más cosas, para que no te sientas intimidada en situaciones importantes”,
“Si, mamá. No te preocupes, aprenderé bien y no haré quedarlo mal”.
“Debes aprender bien; es raro que Tibu se preocupe tanto por nosotras, y no nos desprecie. ¡lsadora, tienes que aprender más cosas! Deben ayudarse mutuamente con tu esposo y no causarle problemas a Tio”.
“Lo sé mamá, está sonando mi teléfono, es Petra, deben estar llegando”.
“Contesta rápido
Respondió la llamada.
“Isadora, Sandra y yo estamos en el vehículo, llegaremos pronto al hospital dijo Petra al otro lado del teléfono.
“De acuerdo, llámame cuando lleguen, los esperaré en la entrada del hospital”.
Después de colgar, Isadora vio cómo su madre se apresuraba a cambiarse de ropa y arreglarse.
“Mamá… Les en serio? No es necesario”.
Melisa no le prestó atención, tomó su bolsa de maquillaje y se dirigió al baño, probablemente para maquillarse suavemente.
Cuando salió del baño, Melisa se vela completarnente renovada, y no parecía una paciente para nada
Después de arreglarse blen, a pesar de ser mayor, su madre aun lucía elegante, lo que demostraba que definitivamente habia sido hermosa en su juventud.
Cuando Sandra y Petra llegaron, Petra no pudo evitar halagarla: “Cómo es posible que te veas aún más hermosa en el hospital!”.
Melisa sonrió y respondió: “Oh, no es para tanto…”