Capítulo 127
Xavier frunció el ceño y pregunto: “Papá, ¿Tiberio te amenazó o insultó?”
“Ay…
¿Cómo se atreve a meterte miedo?”
Patricio lo miró significativamente y dijo: “Xavier, si realmente me quieres ver con vida por mucho tiempo, comportate un poco y no molestes a esa chica. Además, no puedes ganarle ni a ella ni a Tiberio. Solo debes saber que si puedes superar a Tiberio, te daré el control de la familia Ramos”
“Papa, ¿hablas en serio?”
“¿Para qué te mentiria? Eres mi hijo! ¿Cómo podrías compararte con Tiberio?
“Papá tu siempre me cuidas, pero Tiberio tiene el control de la empresa… ¿como puedo ser mejor que él?”
“Mañana mismo le diré que te de una pequeña empresa para que aprendas Si puedes convertirla en una gran empresa, naturalmente te volverás más fuerte.”
“Entonces, ¿me prometes que dejarás que Tiberio me del control?”
“Por supuesto, siempre y cuando puedas manejar bien el negocio, aunque me cueste mi vida, se lo quitaré de las manos a Tiberio “Bien, entonces cumple con tu promesa… ¡desde mañana trabajaré duro en la empresa que me asignes! ¡No te preocupes!” “Confio en til”
“Por Dios, papá! Eres el mejor papá del mundo, soy muy afortunado de tenerte.”
Patricio limpió el sudor frio de su frente y sonrió con rigidez.
Qué mala suerte, está era una deuda de su juventud que todavía cargaba, pero ya es demasiado tarde para arrepentirse… Después de salir de la casa Ramos, Isadora y Tiberio subieron al coche.
El conductor manejaba mientras los dos estaban sentados en el asiento trasero. Tiberio sacó unas toallitas húmedas y le dijo a Isadora: “Limpiate un poco esa carita sucia”.
Isadora frunció los labios y tomó la toallita limpiándose la cara.
Cuando el coche arrancó, Isadora miró a Tiberio incómoda, preguntando: To… ¿de verdad tengo que quedarme en tu casa esta noche?”
El telefono de Tiberio sono de repente.
Lo sacó y mirando a Isadora con una expresión extraña, preguntó: “¿Le dijiste a tu madre antes de salir?”
Isadora negó con la cabeza, “No… estaba tan confundida que me olvidé de decirle
“Tu madre me está llamando.”
“¿Eh? ¿Por qué no me llamó directamente a mi?” Dijo Isadora sacando su teléfono del bolsillo y notando 20 llamadas perdidas, la mayoría de su madre.
Además, había llamadas del dueño del bar y de Hugo.
Probablemente, su madre estaba preocupada… no tenía idea de lo que estaba pasando y pensaría que la habian secuestrado.
Por suerte, Tiberio estaba ahí para aclarar el malentendido.
Agradecida, penso Afortunadamente, él estaba ahi, de lo contrario, estara perdida”.
El dueño del bar y Hugo probablemente estaban preocupados por su seguridad y la llamaban constantemente.
Mientras revisaba su teléfono, Tiberio ya habia contestado la llamada.
Como era de esperar, Melisa, la madre de Isadora, sonaba preocupada al otro lado de la linea: “Tibu, ¿Isadora está contigo?”