Capítulo 125
Tiberio salió de su estudio, Isadora escuchó el sonido de la puerta abriéndose y rápidamente le llamó: “Tio…”
Tiberio vio sus los ojos hinchados y frunció el ceño: “¿Vas a volver al hospital esta noche?”
Isadora lo miró desconcertada: “Por supuesto!”
“Si tu mamá te pregunta por qué tus ojos están tan hinchados, ¿qué vas a decir?”
“Ah? ¿Es tan obvio?”
*Saca tu celular y mirate.”
Isadora sacó su celular, abrió la cámara y enseguida se sobresaltó: “Dlos mo! No estuve llorando tanto tiempo, ¿cómo se me hincharon tanto los ojos?”
“No mucho tiempo llorando, ¿eh? Desde el camino hasta llegar a la casa de los Ramos… Luego te asustaron y volviste a llorar… Y luego fingiste miedo llorando tanto… Parece mucho tiempo.”
Isadora se ruborizó avergonzada y dijo: “Tio… Lo siento.”
“¿Por qué?”
“Porque confundí a Xavier contigo, lo golpeé y luego me la pasé insultándote en mi mente y me siento muy mal por eso.”
“¿Y qué más?”
“Confundi a la persona y te cause problemas, también lo siento mucho.”
Tiberio le preguntó con media sonrisa: “¿Qué más?”
Isadora lo miro desconcertada y preguntó: “¿Hay algo más?”
“Después del incidente, ¿por qué no me informaste de inmediato?”
Isadora le replicó con los ojos abiertos: “No sabia que habia pateado a otro y no a ti! No pensaba que habia pateado al hombre equivocado… ¿Cómo podria atreverme a buscarte para pedir ayuda después de patearte?
Tiberio contuvo la risa y dijo: “Isadora, tienes que comportarte mejor en el futuro, ¿de acuerdo?”
“Si… Tio, ¿sigues enojado?”
“Hiciste algo malo?”
“Yo… ¿no hice nada malo?”
“Golpear a Xavier… aunque fue un malentendido, no fue un error para mí. Lo que hiciste estuvo bien. Si realmente hubiera perdido la razón y hubiera estado contigo la noche anterior y al día siguiente hubiera estado con otra mujer, entonces mereceria ser castigado. Si todo eso hubieral sido cierto y si realmente yo hubiera sido quien lo hizo, entonces mereceria que me insultaras en tu mente.”
Isadora abrió la boca, pero no pudo hablar durante mucho tiempo.
“En cuanto al incidente de hoy, no me informaste de antemano… Ya has sido castigada con ese susto. Si la próxima vez decides decirme o no, eso dependerá de ti
Isadora se apresuró a decir: “Definitivamente lo diré!”
Tiberio le acarició suavemente la cabeza y dijo: “Está bien, regresa.”
“Tio… No quiero volver al hospital, quiero ir a casa esta noche.”
Tiberio negó con la cabeza: “El lugar donde vives es muy inseguro. Ambos tuvimos problemas en ese callejón.”
Con cierta confusión, Isadora preguntó: “Entonces… aparte de casa y del hospital, no tengo otro lugar a donde ir. ¿Deberia volver a mi dormitorio?”
“Ven a mi casa.”
De repente, Isadora abrió los ojos y exclamó “Tio, no me digas que estás bromeando!”